About Me

Seguidores

sábado, 18 de septiembre de 2010

Deslices, desatinos, desencuentros e idioteces

Inexplicables errores de bulto

Desde hace ya bastantes años, en mi biblioteca personal dispongo del libro titulado Grandes errores, de Nigel Blundell, un libro que describe unos cuantos deslices, desatinos, desencuentros e idioteces difíciles de comprender.

Entre los errores que comenta el autor, está el que tiene que ver con la construcción del Teatro de la Ópera de Sidney. Entre otros muchos incidentes, se contaban historias de muros que se construían y se volvían a derribar a fin de que los obreros pudieran mover sus equipos de una a otra parte del edificio.

A lo largo de los años que llevo en Internet, he visto la triste experiencia de empresas de todo tipo que queriendo hacer negocios en la red, habían cometido deslices y desatinos (para ser finos) que les habían puesto al borde de la supervivencia (empresarial y personal).

Casi todas tenían algo en común, no habían preparado un Business Plan (ni nada que se le pareciera). O lo que es lo mismo y simplificando mucho, no habían hecho ningún cálculo sobre la rentabilidad de su inversión.

Solo eso puede explicar, por ejemplo, que no se hubieran dado cuenta de que invertir 300.000 Euros en un sitio web, para que produzca unos ingresos de 600-800 Euros mensuales, era un suicidio. ¿Es que nadie se había dado cuenta de que para recuperar la inversión inicial (sin incluir gastos de gestión, ni intereses y beneficios) había que dejar pasar 31 años?

Lógicamente, nunca supe de dónde salió el dinero para esa inversión, pero parecía obvio que era un dinero tan fácil de perder como lo habría sido de ganar.

Solo un desliz o desatino permitiría ponerse a vender cualquier producto sin antes haber analizado quién es, qué y cómo vende la competencia que ya tiene su tienda online.

Solo un desliz o desatino puede explicar que se quieran comercializar productos alimentarios dirigidos al mercado español con una web en inglés.

Solo un desliz o desatino temerario puede explicar que la puesta en marcha de una web que debería durar un máximo de dos meses, llegue hasta los diecisiete, impidiendo a comenzar a obtener ingresos antes de caer en la ruina.

Y sin embargo, todos estos ejemplos son absolutamente reales, demasiado reales. Por difícil que sea creerlo.

Tristemente, cuando estas empresas tratan de rectificar, a menudo es demasiado tarde. Su ruina empresarial, personal o vocacional hace imposible su recuperación. Quizás, por eso, entre otras cosas, hay tantas empresas que han fracasado en Internet.

Al final, lamentablemente, en lugar de reconocer el error propio, estos fracasos se atribuyen al medio (Internet). Y eso hace que muchos otros emprendedores que podrían tener éxito en la red se queden paralizados por el temor a equivocarse.

Así que si tienes una idea, asegúrate de que es una buena idea. Construye tu Business Plan con realismo, busca la ayuda de amigos y expertos cualificados (y honrados) para que lo evalúen y asegúrate de que, de llevar adelante el proyecto, estás tomando una buena decisión y no dirigiendo tus pasos a la morgue.

Para triunfar en Internet, se necesita mucho más que ilusión. Evita la temeridad y no cometas deslices, desatinos, desencuentros e idioteces. Los errores se pagan y cuanto más grandes son, peores son sus consecuencias.

Mario Castellá   |   Socio Director   |   www.serprimeros.com

0 comentarios:

Publicar un comentario